¿Quiénes son los que mandan en la mina “Bulla Loca” en La Paragua?
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Pableysa Ostos
Ella se refería a la banda de El Ciego, liderada por Reiniero Alberto Murgueytio Bastardo, y Nelson, apodado “El Caracas”. El grupo opera en el sector de La Paragua, municipio Angostura, y en zonas de Ciudad Bolívar.
Reinero perteneció a la banda de Wilmer José Brizuela, alías “Wilmito”, quien fue pran del Internado Judicial de Vista Hermosa, en Ciudad Bolívar, al sur del país. Tras salir de la cárcel, conformó una banda la cual opera desde hace más de 5 años en la zona.
Luego de estar tres días en La Paragua, observamos que la gente empieza hablar de otro grupo que también opera en la zona, pero esta vez liderados por la “seguridad indígena”. El nombre que repiten es el del capitán indígena Andrés Solis.
Según lo relatado por familiares de mineros, la gente esperó un mes por un permiso que se otorga para entrar a trabajar como palero (minero artesanal) a la mina Bulla Loca. Presuntamente por esta transacción cobraron un gramo de oro, es decir, 1.900 bolívares (unos 51 dólares). “Los que eran de aquí dormían en sus casas a la espera (del permiso), pero los que no, estuvieron en la plaza, pasando hambre porque no tenían dónde quedarse, y tomaron la plaza”.
La mina Bulla Loca tiene un año en funcionamiento. “La bajada del río afecta a esas minas más cercanas e impide que se trabaje, por eso la gente se lanza para aquella (Bulla Loca)”, expresó una habitante de La Paragua, en el estado Bolívar.
Un trabajador de la mina conversó con el equipo reporteril de La Patilla y explicó el sistema que se aplica en el sector minero donde ocurrió el derrumbe de tierra que dejó según fuentes oficiales 16 fallecidos tras quedar tapiados, pero que extraoficialmente según testimonios de sobrevivientes y familiares de mineros, la cifra de muertos supera las 30 personas.
“En Uraima, el control lo lleva por completo la banda de El Ciego, mientras que en Bulla Loca hubo como una negociación entre esa banda y la seguridad indígena (pemones), la cual está igual de armada como cualquier otra banda. Les dejaron meter a su gente (los indígenas a los de El Ciego) para que ayudaran a controlar el lugar, pero recientemente habían llegado a un acuerdo tras una reunión de darles unos meses para que saquen su corte y se fueran”, relató el trabajador.
¿Cómo es el control indígena?
“Aquí se paga hasta por respirar”, fue la frase que usó el trabajador para referirse a los pagos semanales y mensuales que deben cumplir. En el lugar trabajan unos 90 comerciantes, según lo expresado por testigos, los cuales deben cancelar semanalmente un gramo de oro o grama, que es el término que usan en las minas, lo que equivale a 4 gramos de oro al mes, es decir, 7.600 bolívares (unos 210 dólares mensuales).
A eso le suman 5 puntos de oro (950 bolívares equivalentes a 26,34 dólares) por todo lo que sea “frío” que se vaya a ingresar, es decir, lo que necesite ser refrigerado. “Así solo sea un pollo o medio kilo de carne, se debe pagar esos 5 puntos de grama”. Mientras que los acompañantes o trabajadores que tengan en el negocio, pagan un gramo de oro mensual por persona.
Por ejemplo, un comerciante paga mensual 210 dólares, más 26,34 dólares al mes por un solo alimento que requiera refrigeración, más dos empleados (por cada uno se paga 52,68 dólares). En total, un comercio podría estar pagando, al menos, 341,7 dólares mensuales para poder operar en la mina.
Y si se trata de comerciantes ambulantes, deben pagan 5 puntos semanales (950 bolívares- 26,34 dólares).
Revelan las fuentes que los integrantes de la banda El Ciego en Bulla Loca también cobran su cuota semanal, pero “son más comprensibles. Si tú les explicas que tuviste una mala semana y que no tienes para pagar la vacuna te entienden, pero los indígenas no. Con ellos pagas o pagas”.
El oro que se extrae de Bulla Loca es “verde”, es decir, de menor calidad. En La Paragua lo cotizan en 38 dólares el gramo, mientras que el oro amarillo vale más: 50 dólares.
Restricciones
Tras lo sucedido en el barranco, quedó en evidencia las complicaciones para obtener combustible en estas zonas. En la población de La Paragua, 70 litros de combustible cuesta 120 dólares, mientras que el litro tiene un costo de 50 bolívares (1,38 dólares) y los únicos autorizados para comercializar dentro de la mina son los indígenas.
En el caso de Bulla Loca, para ingresar una pimpina de combustible de 70 litros, se debe “pagar” con 3 litros a la seguridad indígena, para que autorice el ingreso. “Así la gasolina sea para la planta de tu negocio, debes bajarte de la mula con esos litros”.
Está prohibido ingerir bebidas alcohólicas en Bulla Loca. “La gente bebe, pero escondida, porque si te descubre la seguridad indígena, te multan. Cuando ellos tienen sus fiestas sí beben, ponen música”.
Otras de las cosas que deben pagar son su entrada y salida de la zona. En el puerto de Bulla Loca se acerca alguien que representa a la seguridad indígena para verificar que las personas pagaron un gramo de oro para poder salir y un gramo de oro se cancela nuevamente para entrar.
Trascendió que tienen contratos estipulados para cada trabajador, según las labores que vayan a cumplir. Por ejemplo, si usted ingresa como comerciante, no puede ir a la mina como palero (minero artesanal). Si lo consiguen cumpliendo otras funciones que no corresponden a su contrato, es sancionado por 6 meses.
Punto de control
Antes de ingresar a la mina está el punto de control “La Y”. En este lugar, los representantes de la seguridad indígena realizan requisas para cerciorarse de que no esté ingresando nada “ilegal” al campo de trabajo.
“Los celulares están prohibidos. La gente los mete, pero muy caleta y hasta por medio de la trocha. Ese día de la desgracia, un indígena hizo la foto antes de que el barranco cayera del poco de gente que estaba ahí trabajando, pero del propio hecho no hay. Los vídeos que han circulado son después de que pasó todo”.
Tras lo sucedido, las medidas de control se intensificaron y más aún porque llegaron los militares a la zona. La gente teme que clausuren la mina para los paleros, lo cual generaría desempleo, en una población que alberga personas no solo del estado Bolívar, sino también de otros estados.
Los mineros entrevistados confiesan que muchas de las personas que están ingresando a la mina no tienen conocimiento en esa rama, pero por necesidad se adentran a tierras desconocidas, sin medir los riesgos que significa ser minero en un entramado de bandas que controlan la actividad, que finalmente son los amos de una zona, donde impera la ley del más fuerte.
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