Lula impone un régimen socialista en tiempo récord: Desarmó todas las reformas liberales de Bolsonaro en 100 días
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Por decreto y con el apoyo de la extrema izquierda, Lula destruyó años de consensos políticos en el Poder Legislativo y está remodelando la economía, la política y la sociedad brasileña a su imagen y semejanza.
Como anticipó La Derecha Diario tras las fatídicas elecciones de segunda vuelta el año pasado, Lula tomó el 50,8% de los votos que obtuvo como una carta blanca para dinamitar el sistema liberal que impuso Bolsonaro en sus 4 años de mandato.
En tan solo 100 días, el gobierno del Partido de los Trabajadores desarmó una y cada una de las reformas de su antecesor, a pesar de la resistencia de la población, a la que debió reprimir violentamente con la Policía luego de dos meses de protestas que terminaron en la irrupción de los manifestantes en el Palacio de Gobierno.
Lula lanzó el eslógan “Unión y Reconstrucción” para publicitar sus 100 días al frente del gobierno de Brasil. Una frase que no es apta para quienes tienen un estómago frágil, ya que está desuniendo y descontruyendo todo lo que había sacado a Brasil de la peor crisis política y económica en décadas.
Política Interna
Ante un Congreso con un perfil ideológico muy diferente al suyo, cualquier gobernante sin intenciones viles se daría cuenta de la necesidad de apostar por proyectos que tuvieran capacidad de consenso y de compartir el poder con las demás fuerzas políticas que le ayudaron a ser electo.
Pero Lula va por todo. Junto a sus aliados más de izquierda, de partidos englobados en lo que se conoce de manera informal como el “Frente Amplio”, logró violentar la Ley de las Estatales, que evitaba la intromisión del Poder Ejecutivo en las empresas del estado.
También suspendió la reforma educacional de Bolsonaro, restringió el acceso a la portación de armas, y derogó el proceso de privatización de las empresas públicas, que tenía planificado vender 24 empresas este mismo año.
Todas estas leyes habían sido aprobadas en el Congreso por Bolsonaro, después de largos debates que requirieron de negociaciones de alto nivel entre el entonces presidente y los líderes de todos los partidos del Centrao. Pero gracias al sistema presidencialista de Brasil, Lula las pudo desarmar unilateralmente sin pasar por el Congreso.
Censura
Miles de brasileños han sido arrestados por la Corte Suprema (STF), envalentonada desde la asunción de Lula. Utilizando como excusa el ingreso de manifestantes a los edificios de los tres Poderes, el juez Alexandre de Moraes ha lanzado una verdadera política de censura en redes sociales, páginas web y el internet en general.
Mismo La Derecha Diario se encuentra bloqueada en Brasil. Para referencia, hasta la fecha solo Cuba, Venezuela, China, y Corea del Norte tienen a derechadiario.com.ar bloqueada.
En redes sociales, la situación es peor. La cuenta de Twitter permanece bloqueada en territorio brasileño y solo se pueden ver las publicaciones de este medio a través de una VPN. Por su parte, las cuentas de Instagram y Facebook han sido desindexadas y no pueden ser encontradas por los usuarios brasileños.
Política de Medio Ambiente
En uno de los puntos tal vez más insólitos, después de hacer campaña criticando a Bolsonaro por su política medioambiental, Lula promovió la deforestación de la Amazonas y en febrero, los conflictos en la zona alcanzaron niveles récord, con la peor tasa de incendios de toda la serie histórica.
Imágenes satelitales detectaron 322 km2 de cobertura forestal destruida en la parte brasileña de la mayor selva tropical del planeta, lo que supone un aumento de 62% respecto al registro de febrero de 2022. En el bioma del Cerrado, una sabana tropical de enorme diversidad ubicada al sur de la Amazonía, se identificaron 558 km2 destruidos, 99% más que en febrero de 2022 y casi el doble que el récord anterior (283 km2), de febrero de 2020.
Por último, e incluso peor que lo que se hizo en el Amazonas, Lula modificó la Ley de Saneamiento Básico a través de dos decretos. La legislación aprobada por Bolsonaro tenía como objetivo proveer saneamiento básico (cloacas, limpieza de aguas, etc) al 99% de la población con un sistema PPP, dado que actualmente solo el 50% de la población lo tiene.
Lula derogó la participación de la iniciativa privada en estos proyectos, lo cual redujo el alcance al 75% de la población. No es novedad esto, durante su anterior mandato uso las inversiones estatales en servicios públicos para llenar sus bolsillos (caso Lava Jato).
Política Externa
El gobierno socialista de Lula está jugando a dos puntas, con Estados Unidos y el Grupo de Puebla, que cuenta con amplio apoyo de la Embajada de Estados Unidos, ahora dominada por los demócratas; y con China, Irán y Rusia y el Foro de Sao Paulo, la versión anterior del Grupo de Puebla que mantiene su apoyo del eje oriental.
Lula retomó rápidamente las relaciones con todas las dictaduras socialistas, tanto en la región como en el resto del mundo. Se negó a condenar las represiones en Nicaragua, abrió sus puertos a buques de guerra iraníes, y se alineó con Rusia diciendo que los ucranianos deberían ceder una parte de su territorio, todo esto al mismo tiempo que se reunió en privado con Biden y lo llamó un “estadista” en la Casa Blanca.
Otro escándalo estalló la semana pasada, cuando tras una reunión en Brasilia con el canciller ruso Serguéi Lavrov, salió la noticia que el funcionario del Kremlin trajo consigo una “valija diplomática” con un peso de 5 toneladas, que se negó a declarar o revelar sus contenidos en la aduana.
Política económica
Lo peor hasta el momento ha sido sus medidas económicas, desarmando por decreto una por una todas las reformas que pasaron Michel Temer y Jair Bolsonaro tras largas negociaciones en el Congreso.
Lula presentó un “marco fiscal” que busca reemplazar el “techo de gasto” que implementó Temer en su mandato, una legislación que puso fin a la crisis fiscal de Brasil.
Ahora, en vez de tener un límite máximo legal para el gasto público, habrá un “piso de gastos” por el cual el gobierno no podrá gastar menos que eso, con el objetivo de que ningún futuro presidente desarme los planes sociales que está volviendo a introducir.
A su vez, empezó una guerra en contra de la independencia del Banco Central y con el presidente Roberto Campos, a quien acusa de no emitir la suficiente cantidad de plata para sustentar sus masivos programas sociales.
Gracias a la Ley de Independencia del Banco Central de Bolsonaro y la gran labor del bolsonarista Campos, Brasil es uno de los pocos países del mundo que no tiene inflación, mientras se atraviesa una crisis inflacionaria global tras la bomba de emisión durante la pandemia. Ahora, Lula busca desmantelar todo esto.
Entre otros temas, desde la llegada de Lula, el desempleo volvió a aumentar después de años con bajas durante el mandato de Bolsonaro, se obligaron a las fábricas de automóviles de frenar la producción para “vacaciones forzadas colectivas” a los trabajadores, la agroindustria volvió a ser brutalmente atacada por el gobierno, y la Bolsa de Valores cumple tres meses en picada.
El plan de Lula es claro: volver a quebrar a Brasil y que la población vuelva a ser dependiente de Papá Estado. El PT quiere mantener al país preso del pasado, con una población ignorante, pobre y sin recursos, que convengamos, es la única forma que tiene de mantenerse en el poder.
Por Luan Franco, para La Derecha Diario.
The post Lula impone un régimen socialista en tiempo récord: Desarmó todas las reformas liberales de Bolsonaro en 100 días first appeared on La Derecha Diario.
Portal de Noticias con Inteligencia Artificial | [email protected]