Consumidores prefirieron comprar ropa y zapatos durante el Black Friday

La baranda del Sambil no se ve de la cantidad de gente que la rodea en una fila larga e ininterrumpida en el nivel Libertador, donde se ubican las puertas principales del centro comercial.

La fila es tan extensa que da la vuelta desde la entrada hasta la salida del centro comercial, y para quien ve este panorama sin escuchar las historias de quienes aguardan ahí, esta sería una muestra clara de dos realidades y dos países, pero no, la razón es la necesidad.

Las personas apoyadas en la baranda esperaban para entrar a una tienda de calzado llamada Ciudad Alternativa que un día antes informó que sus zapatos traídos de Norteamérica, y que normalmente rondan los 40 dólares, estarían en 20 dólares únicamente por este Viernes Negro.

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Entre esta multitud que espera sin mayor distanciamiento está Pablo Vidal. Aguarda desde antes que el Sambil abriera este 26 de noviembre. Llegó a las siete de la mañana e hizo fila fuera de las instalaciones. La razón por la que está allí es para comprar un par de botas iguales a las negras que tiene puestas, pero con la diferencia de que no estarán rotas.

Vidal tiene un año usando sus botas negras todos los días. Las compró en la misma tienda y afirma que viene por otras que sean lo más parecidas porque no solo las necesita, sino porque son buenas y prefiere este tipo de zapatos que uno deportivo cuya calidad hará que no le dure lo suficiente.

Tan pronto sale de la tienda con sus nuevas botas dirige su mirada hacia los locales de ropa en busca de una oferta de algún pantalón. “Estoy buscando pantalones y zapatos”, con esa frase Pablo resume el motivo de su espera matutina y también por este día.

La dueña de la tienda donde compró Vidal, y por la que aguardan quienes están en la cola pegados a la baranda, dice que esperaba tener esta cantidad de clientes por la suma de seguidores en las redes sociales de la marca. Pero “este año ha sido más fuerte, la gente estuvo reuniendo todo el año para poder aprovechar esta promoción”, expresa Alejandra Medina.

En una fila cercana, pero mucho más corta, está Brenda Moncada de 21 año de edad. Antes de decidirse por ir al centro comercial se aseguró por las cuentas de Instagram de las tiendas que los precios fueran convenientes.

“Vine directamente a las tiendas que vi y lo hice porque no está demás que uno aproveche estos descuentos. Vale la pena comprar porque normalmente hay prendas que te cuestan 50 dólares y ahorita te quedan hasta en 20, con eso uno se está ahorrando bastante”, afirma Brenda mientras espera.

Frente a Ciudad Alternativa está Pavitas, una tienda de ropa femenina conocida en el país. Ssu gerente Madelaine Barrios considera que el Black Friday de 2021, al igual que el del año pasado, “ha sido bastante fuerte” de trabajar por la cantidad de clientes. “Además, tenemos descuentos en toda la mercancía y pantalones desde 12 dólares que al compararlos con el mercado estamos bastante bien”, acota al expresar que “donde hay oferta siempre habrá gente”.

Las palabras de Madelaine surgen a pesar de que Venezuela está en un contexto de pandemia y un aún bajo porcentaje de vacunación, pero que por medida del Eecutivo nacional hay una flexibilización total en los dos últimos meses del año. 

“A pesar de la pandemia vine y lo poco que he revisado me ha parecido chévere y vine por los descuentos porque bajaron full los precios”, señala Bárbara Morín, quien mientras ve esta tienda de ropa dice que está interesada principalmente en prendas de vestir y en calzado.

Barrios continúa explicando que la pandemia “no ha sido un impedimento, las personas compran con su tapabocas y las medidas de bioseguridad”. Los locales de este centro comercial, uno de los más importantes de la ciudad, ofrecen antibacterial a todos los que ingresan en las tiendas mientras el reloj avanza en un día que trabajarán en un horario extendido hasta las 11 de la noche, pero que todos dan por hecho que será hasta la madrugada.

En la avenida principal de Las Mercedes se alza el Tolón Fashion Mall con una realidad relativamente similar. Las personas en su mayoría se concentran en las tiendas de ropa. Marcas como Balú y Pawer son las más concurridas, pero la cantidad de consumidores en este centro comercial es menor.

En el caso de Pawer, marca que dentro de su local no solo se aseguró de desinfectar las manos de quienes ingresaran, sino que limitó el número de acceso de clientes en la tienda, las ofertas empezaron con anticipación. Una de sus vendedoras asegura que durante las últimas semanas ofrecían 20% de descuento, pero hoy había 2×1 en la mayoría de las prendas, quedando así en un precio de hasta veinte dólares. Por esta razón, una fila con distanciamiento rodeaba el local. Algunos esperando en una baranda.

Mientras las tiendas de calzado y ropa tenían movimiento de entrada y salida de clientes, la realidad de los locales de tecnología, electrodomésticos o artículos de cocina, tanto en centros comerciales como de acceso directo en calles de la ciudad, no recibieron la misma atención.

En las tiendas de Caracas la realidad fue que la mayoría de los venezolanos prefirieron comprar zapatos y prendas de vestir antes que cualquier otro objeto.

Con información de Hispano Post

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