Biden vs. Trump: la carrera presidencial en EEUU arranca con la misma puja de 2020
3 minutos de lecturaLa carrera a la Casa Blanca arrancará congelada. Literalmente. Envuelto en una ola polar histórica que hará trizas los termómetros, Estados Unidos comenzará a decidir esta semana, con la primera votación en el caucus de Iowa, quién llevará las riendas de la primera potencia mundial a partir del 20 de enero del año próximo, una verdadera maratón electoral en la democracia más longeva del planeta. No hay una crisis, a diferencia de la última elección presidencial, que se realizó en medio de la pandemia del coronavirus, pero el país parece tan crispado, dividido y pesimista como hace cuatro años. Y todo indica que los candidatos serán los mismos: Joe Biden y Donald Trump.
Tres encuestas recientes de Gallup pintan el ánimo en el país. La confianza en la economía está en niveles similares al comienzo de la pandemia, pese a que el empleo crece, la bolsa sube y la inflación baja luego de tocar un pico en 40 años; apenas dos de cada diez norteamericanos creen que su situación es buena. Una abrumadora mayoría cree que el país va por mal camino, y solo el 22% está satisfecho con el estado de las cosas. Y Biden, quien en los papeles debería correr con ventaja al ir por la reelección con una economía saludable, arranca la carrera con un respaldo anémico: un 39% de los norteamericanos aprueba su gestión, cerca del piso de su presidencia.
Con ese telón de fondo, la elección está abierta. Y aun cuando los candidatos sean los mismos que hace cuatro años, la campaña será muy distinta.
Biden enfrenta una cuesta arriba. Lideró el gobierno que dejó atrás la pandemia, resucitó la economía –el desempleo es el más bajo en 50 años, un logro que en cualquier otro contexto le dejaría la reelección en bandeja–, y se anotó un par de logros, como su plan de infraestructura, sus iniciativas contra el cambio climático, la reducción de los costos de salud para las familias o la baja del déficit fiscal. Pero arranca la campaña con uno de los respaldos más bajos para un presidente desde la posguerra, una realidad que muchos atribuyen al azote de la inflación, y a su vejez. Biden ya es el presidente más viejo de la historia, y, de ganar, asumirá su segundo mandato con 82 años.
“La elección es clara”, dijo Biden días atrás, al cumplirse un nuevo aniversario del asalto trumpista al Congreso. “La campaña de Trump se trata sobre él, no sobre Estados Unidos ni ustedes. La campaña de Trump está obsesionada con el pasado, no con el futuro. Está dispuesto a sacrificar nuestra democracia, y a ponerse en el poder”, fustigó. “Nuestra campaña es diferente –distinguió–. Para Kamala [Harris] y para mí, nuestra campaña es sobre Estados Unidos. Es sobre ustedes”.
Pese a las encuestas que lo pintan perdedor, el equipo de Biden se muestra confiado. La campaña demócrata cree que una vez que la elección se plantee como un referéndum entre Biden y Trump, los números volverán a favorecer al presidente. El equipo bidenista intentó hasta ahora anclar la discusión en temas como el acceso al aborto, la defensa de la democracia y la economía. La Casa Blanca insiste en promover la política económica de Biden bajo el sello “Bidenomics”. Pero ese mensaje, hasta ahora, estuvo muy lejos de calar en los votantes, al parecer frustrados por el impacto que tiene la inflación, aun cuando la mayoría de los trabajadores tiene un ingreso real superior al de la presidencia de Trump.
Lea más en La Nación
Portal de Noticias con Inteligencia Artificial | [email protected]